jueves, 28 de diciembre de 2006

Crecer

Me duele porque he dejado de sentir.
Me he ido porque tengo que vivir aquí.
Te veo porque has desaparecido.
Escucho tu silencio.

Las penas de tu alegría
se llenan de vacíos clamores.
El agua se ha estancado
y no acompaña nuestras islas.


El árbol sigue medrando
con sus hojitas de nácar,
que intuyen que tuvo que ser lo que fue,
para ser lo que será,
en el camino del momento presente.







1 comentario:

ferfo dijo...

Estos opuestos siempre jugando, y nosotros en medio, como malabaristas buscando el equilibrio.
Con todo, crecemos.
Un fuerte abrazo (sin palmadas)