domingo, 26 de noviembre de 2006

Esos días...


Y es que hay días que me encuentro más triste y repleto de dudas. Pero siempre hay algún acontecimiento, unas letras o una mirada que me devuelven a la realidad. No hay mal que cien años dure, me digo. Y prosigo el viaje, muchas veces con demasiada carga inútil que lo único que consigue es que vaya más despacio o camine hacia atrás.

jueves, 23 de noviembre de 2006

Era una persona tan limitada, tan limitada, que se perdió en el infinito.

miércoles, 22 de noviembre de 2006

Tuerzo tras de mí

Tuerzo tras de mí
para encontrarme con nadie
que pronto me saluda
y me dice con voz ojerosa:
nada de esto es real.
Voy contando nubes
que flotan en mi vaso
de apáticos deseos
de suaves amenazas y
de aguas sedientas.
Este fin es el menos cruel
para cruzar el sendero
de la ciega mirada
de tu corazón.

domingo, 19 de noviembre de 2006

Desierto...



Desierto de silencio.
Duda continua.
El primer rayo de sol se observa tras la montaña.
Cruza tu pelo y acaba en la sonrisa de un niño que tiene un gatito entre sus brazos.
El mar, espejo del aire.
Túnel de silencios olvidados.

jueves, 16 de noviembre de 2006

La alegría de vivir

La alegría de vivir nos invade cuando somos nosotros mismos.
No necesitamos nada, solo vivir.
Saboreamos la vida a cada instante .
Cada momento es soberano.
Celebramos la aurora y el ocaso.
Cumplimos con nuestro deber de hacer lo que tenemos que hacer.
De ser conscientes de nosotros mismos,
y de lo que nos sucede.

viernes, 10 de noviembre de 2006

El alfatercio

Veredes vuestras señorías cosas insólitas y acaeceres extraños como los que aquí os narramos, seres muy especiales que encontramos en nuestros viajes por aquestas tierras, como nuestro querido amigo el alfatercio.

El alfatercio es como un niño, pero sin alas. Es como una marioneta, pero sin hilos. Es como un coche, pero sin ruedas. Es mullidito y redondo. Tiene el cuerpo hecho de un material parecido al de los sueños y sus ojos son del color del diamante. Tiene dos corazones, uno para los días de diario y otro para los días de fiesta.

Vive en un bosque muy lejano donde viven seres maravillosos, como las hadas, los duendes, los magos, los príncipes, las princesas y hasta un unicornio azul. Allí viven ayudándose y celebrando fiestas continuamente.

Trabaja contando cuentos a los niños y a las niñas que no tienen zapatos, por que dice que necesitan algo para andar por los caminos.

Le gusta mucho viajar por los ojos de las personas y se resfría cuando ve a una criatura llorar.

Disfruta haciendo castillos en el aire con almenas de chocolate y dragones risueños.

No le gusta que le digan lo que tiene que hacer. (Como a cualquier persona.)

Cuando ríe, el sol viene a visitarlo y se van a dar un paseo. Cuando está triste, los pájaros juegan con él al ajedrez.

Se equivoca muchas veces cuando va por la ciudad. Se confunde con las calles y siempre llega a otro lugar distinto del que iba, pero sabe que todos los caminos conducen a Roma. Y que se aprende de los errores.

Sabe muchas cositas: Hacer círculos cuadrados, pescar resfriados, saltar los charcos, pintar canciones. Y también sabe que necesita leer y estudiar mucho, porque uno no termina nunca de aprender en toda su vida.

Le gusta mucho tener amigos y amigas. Disfruta con ellos y les está muy agradecido, porque dice que son imprescindibles para saber quienes somos, para despertar en nosotros los sentimientos más grandes, para jugar con ellos cuando estamos contentos, para ayudarnos cuando estamos tristes y para crecer como personas. Dice que los necesita para seguir viviendo y que todas las personas deberían tener por lo menos un amigo o una amiga.

Escribe cartas con tinta invisible, porque lo esencial es invisible a los ojos.

Baila danzas que le enseñaron en el País de los Pasos Perdidos.

Y sobre todo, le gusta dar y recibir besos y abrazos porque una vez leyó en un libro lo siguiente: “SIN AFECTO, NI SE CRECE NI SE APRENDE”.

jueves, 9 de noviembre de 2006

Llegamos a lomos de nuestras cabalgaduras


Saludo y acojo a vuestras mercedes con estas cortas pero intensas palabras para hacerles participes de las nuevas aventuras de Don Quijote y Sancho Panza una vez que nos hemos actualizado después de tantos aconteceres y cuitas. Salud y grandes gestas.