sábado, 17 de febrero de 2007

Gracias por vuestra compañía y hasta siempre

-¡Ay! -respondió Sancho, llorando-: no se muera vuestra merced, señor mío, sino tome mi consejo y viva muchos años, porque la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir, sin más ni más, sin que nadie le mate, ni otras manos le acaben que las de la melancolía. Mire no sea perezoso, sino levántese desa cama, y vámonos al campo vestidos de pastores, como tenemos concertado: quizá tras de alguna mata hallaremos a la señora doña Dulcinea desencantada, que no haya más que ver. Si es que se muere de pesar de verse vencido, écheme a mí la culpa, diciendo que por haber yo cinchado mal a Rocinante le derribaron; cuanto más, que vuestra merced habrá visto en sus libros de caballerías ser cosa ordinaria derribarse unos caballeros a otros, y el que es vencido hoy ser vencedor mañana.

-Señores -dijo don Quijote-, vámonos poco a poco, pues ya en los nidos de antaño no hay pájaros hogaño: yo fui loco, y ya soy cuerdo; fui don Quijote de la Mancha, y soy agora, como he dicho, Alonso Quijano el Bueno.

En fin, llegó el último de don Quijote, después de recebidos todos los sacramentos, y después de haber abominado con muchas y eficaces razones de los libros de caballerías. Hallóse el escribano presente, y dijo que nunca había leído en ningún libro de caballerías que algún caballero andante hubiese muerto en su lecho tan sosegadamente y tan cristiano como don Quijote; el cual, entre compasiones y lágrimas de los que allí se hallaron, dio su espíritu: quiero decir que se murió.

(El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. Capítulo LXXIV)

viernes, 16 de febrero de 2007

Sólo para desahogarme

¡ATENCIÓN! ¡MUY IMPORTANTE!
La lectura de este ¿desvarío? no es obligatoria.
El autor utiliza el espacio como mera catarsis

y su objetivo no es ofender ni hacer daño a nadie
sino todo lo contrario, no haciéndose responsable
de los efectos que pueda provocar. No apto para
personas deprimidas, con ansiedad, bajas de ánimo
o con desengaños amorosos.


¿Qué decir cuando todo es silencio?
¿Qué mirar cuando todo es muy negro?
¿Qué pensar cuando todo te piensa?
¿Qué sentir cuando te domina el caos?
¿Qué querer cuando no ves ningún horizonte
¿Qué oír cuando no escuchas?
¿Qué ver si estas ciego?
¿Qué hacer cuando te niegas a las palabras de consuelo?
¿Qué queda cuando no queda nada?

¿Por qué somos personas
que sufrimos tanto
que amamos tan poco
que creemos que nuestras vidas están vacías
que tenemos que seguir luchando, (¿para qué?)
que tenemos que engañarnos
que desconfiamos de todo, de todos y hasta de nosotros mismos
que nos volvemos locos por tonterías
que nos volvemos cuerdos de la noche a la mañana
que desconocemos el significado de la empatía y la compasión
que nos preguntamos sobre todo lo que no tiene respuesta
que abandonamos a nuestras amistades y a quienes nos necesitan
que nos creemos unas veces tan importantes y otras tan poca cosa
que no nos sentimos escuchados ni comprendidos por mucho que lo intenten los demás

tan egoístas
tan destructivas
tan desconsideradas
tan humillantes
tan ruines
tan exigentes
tan autoritarias
tan crueles
tan violentas
tan criticonas
tan superficiales
tan victimistas
tan infantiles
tan inmaduras
tan vulnerables
tan obsesionadas con la culpa

tan insensibles

tan inhumanas
tan perdidas
tan ignorantes

tan irresponsables
tan pusilánimes
tan bordes
tan impotentes
tan duras
tan... ?

Y yo el primero.

Hoy no me da la gana pensar en positivo

Porque muchas veces, casi todo es
una mierda.

Incluso todo lo anteriormente expuesto.

(Perdonar si hay faltas de ortografía, no me apetece ni corregirlas)





- Esta mierda no sirve ni para abono.

martes, 6 de febrero de 2007

La noche...

La noche mira
esta rojiza roca
de luz salina.

viernes, 2 de febrero de 2007

Busco...

Enciendo una vela para iluminarme,
fluyo con ella,
busco palabras de alivio
para no perecer dentro de mí.

Sucumbo al hastío,
ante mi profundo pozo de luna.

La música me envuelve
entre adormecidos arrullos,
acaricia mis penas y
se las lleva al ignoto centro de la tierra,
en su faltriquera sonora.